domingo, 21 de octubre de 2012

Carmona Medieval




Carmona es una de las más antiguas ciudades de Andalucia.
Desde la aparición en el valle del Guadalquivir de las primeras
sociedades complejas de pueblos agricultores, allá por los
albores del Neolítico, y en una secuencia prácticamente ininterrumpida,
sobre este emplazamiento privilegiado se fueron sucediendo las diversas civilizaciones que han tenido presencia histórica en la región. Carmona es el paradigma perfecto de la historia del valle
del Guadalquivir. Todas las culturas, todos los pueblos , todas las grandes formaciones políticas
que en él se desarrollaron, dejaron en Carmona huella. Por ello, cuando se hace historia
de Carmona, cuando se visita Carmona, estamos rememorando, por encima de las circustancias locales, todo el pasado de Andalucía, una de las regiones culturalmente más ricas de Occidente.

Se inaugura con la conquista castellana en el siglo XIII y se prolonga hasta los albores del siglo XVI.
Laconquista cristiana fué algomas más que la simple transferencia de una formación política a otra
pues conllevó una ruptura histórica de enormes proporciones, mucho más radical que las anteriores
incluida la islámica. De sumano llegaron una nueva lengua, un nuevo derecho, un nuevo sistema organizativo, una religión desaparecida de la ciudad hacía más de un siglo, y una cultura, en definitiva, de raíz occidental y latina. La imagen de la Carmona que hoy vemos quedó en buena medida establecida en lo fundamental en aquellos siglos trascedentales del final del Medievo.

Por : MANUEL GONZÁLEZ JIMÉNEZ


domingo, 14 de octubre de 2012

EL PADRE ARELLANO Y SU HISTORIA DE CARMONA




 

          POR: ESTEBAN MIRA CABALLOS





Primera página de la obra del padre Arellano. Reproducida
del ejemplar conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid
 
 
 
 
Debió nacer en Carmona
en el tercer tercio del siglo XVI, aunque no tenemos certeza ni del año exacto, ni de su
infancia y juventud en nuestra localidad
Ha sido descrito como una persona erudita y piadosa
lo cual debe ser cierto a juzgar
por sus propios escritos. Sus textos son propios de una persona con una sólida formación
humanista, pues en su historia de Carmona cita una extensa bibliografía de más de 200
autores, entre los que se incluían una extensa pléyade de tratadistas clásicos, libros píos
y religiosos, así como una completa gama de historias de España y de historias locales y
particulares. Predominan los libros clásicos y religiosos a los que debió tener fácil acceso
en las bibliotecas de los conventos en los que residió. Sin embargo, también incorpora
una larga lista de escritores, religiosos y laicos, que escribieron diversos tratados de historia
de España. Por ejemplo, trabajó, como no podía ser de otra forma, la importante
Historia de España
del Padre Mariana, a quien cita en numerosas ocasiones. Incluso elogió
su virtuosismo, pues, a su juicio a él se debía
muy gran parte de la luz y verdad que en las
historias tenemos.
Su libro rebosa pietismo por todas partes. El mismo refirió que, antes de
profesar, viviendo en Carmona, estuvo desahuciado por los médicos debido a una enfermedad
y que sanó finalmente tras encomendarse a la Virgen de Gracia
Arellano siempre recubre la realidad con una aureola pía, desdibujando la frontera entre lo terrenal y
lo espiritual. Así, por ejemplo, sabemos que, al final del libro, copió prácticamente un
manuscrito de 1602 sobre la Invención de la Virgen, sencillamente acentuando lo piadoso
y milagrero.Posteriormente, profesó en la Orden Tercera de San Francisco, lo cual debió ocurrir
acaso en la segunda década del siglo XVII. Según declaró el mismo, en el momento de
la redacción del libro moraba en el convento de la Madre de Dios de los Remedios de
Córdoba.
Por lo demás, nos consta, por referencia del autor de El Curioso Carmonense, que
abandonó la Orden Tercera, ingresando el 8 de julio de 1630 en la
religión calzada de la Santísima Trinidad de Sevilla7.
Tres años después, residiendo en dicho convento, dio a
la estampa dos nuevos impresos: el primero se titulaba,
Antigüedad del convento de la
Santísima Trinidad de Sevilla y origen y principio de la Santa Imagen de Nuestra Señora
de los Desconsolados
(Sevilla, 1633), mientras que el segundo lo intituló Libro del descubrimiento
y conducción a Sevilla de las reliquias de las Santas Justa y Rufina, sus patrona(Sevilla, 1633)
Asimismo, afirma Méndez Bejarano que dejó escrito un manuscrito titulado
Virtudes de los capitanes y prelados.
El libro se estructura en 31 capítulos a los que se agrega un anexo con una recopilación de
autores citados. Los tres primeros capítulos son introductorios; en el primero se justifica
el fin de las historias que, para el cenobita, no era otro que destacar las heroicidades para
que las generaciones venideras conociesen las glorias de sus ancestros. Arellano concibe
su historia como una forma de guardar y preservar en la memoria las grandezas de Car-
mona. En los Capítulos segundo y tercero se hace una introducción histórica de España
y Andalucía.
Del capítulo IV al X trata de la fundación de Carmona así como de la época romana.
Arellano incide especialmente en la Carmona Antigua, ya que considera que en esa época
vivió ésta su momento más glorioso. Incluso en alguna ocasión se lamenta de la decrepitud
de la Carmona de su época (fol. 17r.) a la que contrapone el ilustre municipio de la
época de Julio Cesar. Interesante idea que ejercerá una influencia decisiva en la historiografía
posterior y muy especialmente en el autor de
El Curioso Carmonense.
Los capítulos comprendidos entre el XI al XVII están dedicados a exaltar las grandezas
de Carmona, recopilando alabanzas históricas, describiendo la fertilidad de la vega,
destacando sus personajes ilustres –a San Teodomiro se le dedica íntegramente el capítulo
XV– y describiendo, finalmente –capítulos XVI y XVII– las principales obras de arte,
tanto religiosas como civiles.
Desde el capítulo XVIII retoma la historia de Carmona que culmina en el capítulo
XXII donde narra la toma de Carmona por las tropas musulmanas. Desde la pérdida de
Carmona en el siglo VIII hasta su reconquista en el 1247 –Arellano la fecha erróneamente
en 1248– hay un vacío total que debemos justificar doblemente: uno, por la falta de documentación
y de bibliografía que impidió al fraile reconstruir dicho período histórico. Y
dos, por el escaso interés que despertaba en él, ya que, al igual que la mayor parte de los
historiadores de su tiempo, consideraban –injustamente, por cierto– el largo paréntesis
musulmán como una época oscura. Probablemente, Arellano sabía de la brillantez de
Carmona en este período histórico que omitió más que por desconocimiento por otras
concepciones de tipo religioso. Una Carmona que fue descrita en el siglo XII por Al-Idrisi
con las siguientes palabras:
“Esta última villa –se refiere a Carmona– es grande y sus murallas son comparables a las
de Sevilla. Estuvo antes en poder de los berberiscos y sus actuales habitantes son todavía
muy díscolos. Situada en la cumbre de un monte, es muy fuerte. La campiña que la rodea es
extremadamente fértil y produce en abundancia trigo y cebada”
Desde el capítulo XXIII al XXVIII se incluyen seis
discursos en los que se recorren
los reinados de los principales reyes cristianos desde la pérdida de España, insertándose
en el XXVII la Reconquista de Carmona. Se trata de una torpe estrategia, comúnmente
utilizada a lo largo de toda la Edad Moderna, para rellenar con historia general los vacíos
existentes en la crónica local
Desde mediados del capítulo XXVIII hasta el XXXI deben
entenderse como un primer anexo en el que se trata de la
Invención y milagros de la Virgen
de Gracia.
La historia de Arellano ha recibido críticas por parte de la historiografía. El propio
autor de El Curioso muestra una postura ambigua entre la admiración y la crítica. Éste,
aunque lo considera la primera persona en interesarse por la historia de Carmona, le
recrimina su falta de crítica y la ausencia de una búsqueda de documentación, como
observamos en las líneas siguientes:
“Y aunque dicho libro es despreciado por los curiosos por su poco método e introducir su
autor mucha historia general que no había motivo para ello, no obstante, es el único que
hasta hoy se aplicó, digámoslo así, a juntar antigüedades de esta ciudad. Es cierto que el
padre dejó muchas cosas por poner y muy útiles, y se conoce registró poco del archivo, tal
vez por no tener proporción para ello como yo he tenido con motivo de estarse arreglando,
y también lo es por lo que después he visto pone algunas cosas fundado sólo en la tradición,
que muchas veces suelen ser falsa.
 


 


 

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